martes, 3 de mayo de 2011

Trastornos del sueño

Son los que provocan dificultad para dormir y descansar de forma normal o acarrean alteraciones en el comportamiento durante el sueño. El primer grupo abarcaría el insomnio y la hipersomnia, el segundo las parasomnias.

InsomnioINSOMNIO: es el trastorno del sueño más común y consiste en la dificultad para dormirse o permanecer dormido. Según su duración puede clasificarse como transitorio, a corto plazo (de 1 a 5 meses) o crónico y las causas pueden ser desde estrés o ansiedad, pasando por malos hábitos alimenticios o de sueño, hasta enfermedades físicas o abuso de medicamentos/drogas. Para evitar algunas de estas causas hay que seguir la profilaxis o higiene del sueño, de la que ya hablaremos en una próxima entrada.

Somnolencia
HIPERSOMNIA: es la facilidad para conciliar el sueño durante el día. No confundir con echar la siesta, ya que ahí la situación es propicia. Este exceso de somnolencia puede ser transitoria y podría ser debida, por ejemplo, a un cambio de turno en el trabajo o varias noches sin conciliar bien el sueño. La hipersomnia más duradera puede ser debida a la apnea del sueño o la narcolepsia. También puede ser una hipersomnia periódica. La apnea es cuando se presentan pausas en la respiración mientras se duerme (más habitual en personas con sobrepeso). La narcolepsia son ataques repentinos de sueño durante el día y suele ser hereditaria.

Pesadillas
PARASOMNIAS: son comportamientos anormales durante el sueño y, generalmente, se dan en la edad infantil y en la adolescencia, aunque pueden perdurar en el adulto. Se clasifican según la fase del sueño en la que se desarrollan y las más típicas son las pesadillas, los terrores nocturnos, el sonambulismo, el trastorno de conducta del sueño REM y la parálisis del sueño. Las pesadillas se producen en la fase REM, se recuerdan y eso puede inducir, en el niño, al miedo a la hora de acostarse, lo que conlleva dormir menos y peor. Por contra, los terrores nocturnos se producen en la fase más profunda de sueño NREM y, al despertar, difícilmente se acordará de lo sucedido. El sonambulismo también se produce en esta fase NREM profunda y consiste en actividades motoras inconscientes. Por último en la fase REM se producen la parálisis del sueño (en esta etapa del sueño no hay actividad motora para no llevar a la práctica las vivencias de los sueños, la parálisis se produce al hacernos conscientes de esto, normalmente al despertarse o empezando a dormir) y el trastorno de conducta de sueño REM (se produce actividad motora agresiva en reacción a las ensoñaciones).

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